León Najnudel

León Najnudel nació el 14 de Julio de 1941 en Buenos Aires. Según cuenta Armando Grimberg en el documental “León, reflejos de una pasión”, León nació en la casa ubicada en Thames 522 del Barrio de Villa Crespo. De chicos, en el barrio jugaban al fútbol y luego empezaron a practicar básquet. De adolescente, después de una participación en los torneos Evita, comenzó a jugar en el club social Villa Crespo, ubicado en la Avenida Juan B. Justo 2650, del barrio de Villa Crespo. A los 15 años León comenzó a jugar en la primera de este club. Luego pasó por otros clubes como Victoria, Barracas Juniors y Atlanta, hasta que se dio conocer que cobraba dinero para jugar y la federación de aquel entonces lo suspendió de por vida. Para entonces deja de jugar al básquet. Es ahí cuando comenzó su carrera en la dirección técnica.


Tuvo un importante despegue a partir de su dedicación a la dirección técnica en Los Bohemios de Villa Crespo (1963-1971), club del que era hincha apasionado. Además, dirigió a la selección de Corrientes (1971-1975), F. C: Oeste (1976-1982), CAI Zaragoza (España), el equipo Nacional de Mayores (1985 en el Campeonato Sudamericano que clasificó para el Mundial de España). Además, fue figura emblemática de Ferro Carril Oeste en los primeros años de la década del ’80, cuando logró 11 títulos en tres años; los más importantes fueron los Campeonatos Sudamericanos de Clubes de 1981 y 1982 y siete temporadas más adelante volvió a Caballito para ganar la Liga Nacional.


En el conjunto bicampeón subcontinental dirigió con Luis Martínez. Allí jugaban el santiagueño Miguel Cortijo, el entrerriano Sebastián Uranga, los santafesinos Javier Maretto, Luis Oroño y Gabriel Darrás, el porteño Diego Mario Maggi y los extranjeros Michales Schiegel, Carl Amos y James Thomas.


Otros pergaminos fueron obtenidos en la Madre Patria en 1984 cuando dirigió al CAI Zaragoza con el que ganó la “Copa del Rey” y su par,“Korac Radijov”.

El 26 de abril de 1985 fue un día histórico para el deporte argentino, porque nace la Liga Nacional de Básquetbol. Fue una iniciativa por la que el “Ruso” Najnudel había luchado los últimos cuatro años contra la férrea oposición de los dirigentes porteños. La Liga Nacional consistía en la participación de los clubes de todo el país en un certamen extenso de nueve meses. Esta nueva entidad, sumada a la participación del Estado en una planificación deportiva, y a la “revolución dirigencial” que se producía desde principios de la década de los ’90, encabezada por los tres mosqueteros: Horacio Muratore (Tucumán), Germán Vaccaro (La Pampa) y Guillermo Lombardi (provincia de Buenos Aires), entre otros dirigentes, produjo grandes resultados. León marcó en la historia del deporte el comienzo de un camino a la popularización y profesionalización del básquet.


El armado de la Liga Nacional, como espectáculo deportivo federal, de gran nivel y apto para ser vendido a la televisación, incrementó su visión y fue el puntapié para el surgimiento de la Generación Dorada. Un lugar de competencia de alto nivel que iba a brindar a los jugadores nacionales la posibilidad de poder lucirse y jugar en todo el país.


Debemos destacar que luego de esta gran iniciativa, por primera vez la Argentina fue campeón Panamericano en 1995, pudo volver a los Juegos Olímpicos en Atlanta ’96 (después de 44 años); ser subcampeón del mundo en 2002 en Indianápolis (EEUU) y obtener dos medallas olímpicas: Oro en Atenas 2004 y Bronce en Beijing 2008, con la llamada “Generación Dorada”.


Najnudel fue, además, director técnico de Sport Club Cañadense (1986-1988), Deportivo San Andrés (1990-91), Gimnasia y Esgrima de Comodoro Rivadavia (1991-93), Boca Juniors (1993-95, Racing Club (1995-96), para finalizar su carrera con el regreso a F. C. Oeste (1996-97), alcanzando un registro de 241 triunfos y 207 derrotas en primera división de la Liga Nacional de Básquetbol.


El inolvidable “León del Básquetbol”, fue asesor en la subsecretaría de Deportes de la Nación en dos gobiernos de corrientes políticas distintas. Con el radicalismo a las órdenes de Osvaldo Otero y el peronismo con el tucumano Víctor Lupo. Allí trabajó intensamente para poder modificar los estatutos vetustos de las federaciones deportivas nacionales, que todavía no se logró concretar.


El “Ruso” siempre fue gran amigo del director técnico de fútbol Carlos Timoteo Griguol, “El Viejo”, a quien conoció y admiró en Atlanta, y el periodista Adrián Paenza, con quiénes dialogaba largas horas sobre los problemas del deporte nacional y quienes lo acompañaron hasta el último instante de su existencia. Solían reunirse, entre otros en el Bar “El Dandy”, donde se dice se gestó la liga nacional, este bar que ya no existe estaba ubicado en una de la esquinas de Avenida Corrientes y Thames, del barrio de Villa Crespo.


Para sus antiguos amigos siempre fue “El Ruso”; para los que lo conocieron un tiempo después y para todo el mundo del baloncesto nunca dejó de ser, simplemente “León”. Inteligente, emprendedor, valiente, generoso, apasionado, todo eso y mucho más, así era León Najnudel.


León nos dejó un 22 de abril de 1998 luego de luchar contra la leucemia.