Joaquín Salvador Lavado Tejón, conocido como “Quino”, nació en Mendoza, un 17 de julio de 1932. Sus padres eran inmigrantes españoles provenientes de la localidad de Fuengirola (Málaga). Lo apodaron “Quino” desde pequeño para distinguirlo de su tío, el ilustrador Joaquín, quien fuera el que despertó su vocación de dibujante a una edad muy temprana.
En 1945 tras la muerte de su madre, cuando Quino tenía 13 años, empezó a estudiar en la Escuela de Bellas Artes de Mendoza. Pero en 1949 “Cansado de dibujar ánforas y yesos”, la abandona y piensa en una sola profesión posible: ser dibujante de historieta y humor. Su padre murió poco después, cuando Quino tenía diecisiete años.
Persistente en lograr sus objetivos, a la edad de dieciocho años, y luego de cumplir con el servicio militar obligatorio, se trasladó a Buenos Aires en busca de un editor que publicara sus dibujos, pero pasaría tres años antes de convertir su sueño en realidad. “El día que publiqué mi primera página – dijo recordando su debut en el semanario Esto es, de Buenos Aires – pasé el momento más feliz de mi vida”. Fue en 1954. Luego siguió en medios como Leoplán, TV Guía, Vea y Lea, Damas y Damitas, Usted, Panorama, Adán, Atlántida, Che, y el diario Democracia, entre otros. También empezó a publicar con cierta regularidad en las históricas Rico Tipo, Tía Vicenta y Dr. Merengue.
Con la popularidad comienza a mejorar su situación económica. En 1960 se casa con su amor, Alicia Colombo.
En 1963, aparece su primer libro de humor llamado “Mundo Quino”, era una recopilación de dibujos de humor gráfico mudo con prólogo de Miguel Brascó. El mismo Brascó lo presenta a Agens Publicidad, que buscaba a un dibujante para que creara una historieta para publicitar el lanzamiento de una línea de productos de electrodomésticos llamados Mansfield, razón por la que el nombre de alguno de los personajes debía comenzar con la letra M, de ahí Mafalda. Agens no hace su campaña, pero Quino se queda con unas pocas tiras que le serían útiles unos meses después, cuando diera vida al personaje que lo haría famoso.
Mafalda, la chica de pelo negro y flequillo que odia la sopa y está en eterna contradicción con los adultos, se publicó por primera vez el 29 de septiembre 1964, en el semanario “Primera Plana” de Buenos Aires. El 9 de marzo 1965, con el paso de las tiras cómicas al periódico “El Mundo” (en el que Quino publicará seis tiras por semana), se inicia el imparable éxito del personaje, que cruzó las fronteras nacionales para conquistar América del Sur y luego se amplió a Europa, ganando un lugar de privilegio en el imaginario colectivo.
Jorge Álvarez publicó el primer libro de Mafalda que reunió las primeras tiras en orden de publicación, tal como se hará en los siguientes. Sale en Argentina para Navidad y en dos días se agota su tirada de 5.000 ejemplares.
En Italia, se edita en 1969 el primer libro, “Mafalda la Contestataria”, con la presentación de Umberto Eco, director de la colección. Cuando el filósofo italiano leyó Mafalda quedó sumamente fascinado. En el prólogo escribió: “…no se trata solamente de un personaje de historieta más; es, sin duda, el personaje de los años setenta"…"Si para definirla se utilizó el adjetivo ‘contestataria’, no es sólo para alinearla en la moda del anticonformismo. Mafalda es una verdadera heroína ‘rebelde’, que rechaza el mundo tal cual es”, agregó Eco en ese texto.
Pero el gran éxito y fama internacional no impedirán que Quino, el 25 de junio 1973, tome una decisión, para muchos, imprevista: no dibujar más tiras de Mafalda, pues ya no siente la necesidad de utilizar la estructura expresiva de las tiras en secuencia.
Sin embargo, el interés por Mafalda se ha mantenido intacto, de hecho, sus libros continúan reimprimiéndose y sigue siendo elegida para acompañar diversas campañas sociales tales como UNICEF, la Cruz Roja Española, y el Ministerio de Relaciones Exteriores de la República de Argentina. En adelante Quino continuará publicando semanalmente sus tan conocidas páginas de humor que han ido agrupándose en la colección de sus libros de Humor.
En 1984, fue invitado para integrar el jurado del “Festival de Cine Latinoamericano de La Habana”. Quino viajó a Cuba y allí comenzó su amistad con el director de cine de animación Juan Padrón y firmó un contrato con el ICAIC (Instituto Cubano del Arte e Industria Cinematográficos) para la realización de cortometrajes con sus páginas de humor. La serie se llamó “Quinoscopios”, dirigidos por Juan Padrón sobre dibujos e ideas de Quino.
En 1993, la empresa española D.G. Producciones S.A., en coproducción con Televisiones Españolas produce 104 episodios de Mafalda en dibujos animados de un minuto de duración dirigidos por Juan Padrón en el ICAIC. Las caricaturas fueron difundidas en Italia por la RAI2 y en Argentina en dos oportunidades: primero por el antiguo Canal 11 y varios años después por Canal Encuentro.
En 2008, con tutela de Mercedes Casanegra y como parte del Programa de Nuevos Murales, la empresa Subterráneos de Buenos Aires comisionó un mural de azulejos con los personajes de Mafalda en el pasillo que une las estaciones Perú (Línea A) y Catedral (Línea D).
En 2009 se inauguró una escultura original de Mafalda realizado para El Mundo en Bicentenario: 200 años de Humor Gráfico, en la esquina de las calles Chile y Defensa en el barrio de Monserrat. La escultura fue realizada por el artista Pablo Irrgang. Además, en el acto se descubrió una placa recordatoria en la puerta del edificio donde vivía Quino sobre la calle Chile 371, en el barrio de Monserrat, con la leyenda "Aquí vivió Mafalda". El famoso personaje ya contaba con una plaza a su nombre en el corazón del barrio de Colegiales, en la calle Conde 145.
La escultura de Mafalda no estuvo mucho tiempo sola, luego llegaron Susanita y Manolito para acompañarla, por pedido de su creador.
A lo largo de su carrera Quino recibió múltiples reconocimientos, entre ellos la “Orden Oficial de la Legión de Honor”, la honra más importante que el gobierno francés le concede a un extranjero. El 2014 fue un año especial, Quino cumplió 60 años en el humor gráfico y Mafalda cumplió 50 años. En ese año recibió en España el “Premio Príncipe de Asturias de Comunicación y Humanidades” e inauguró la 40a Feria Internacional del Libro de Buenos Aires.
Falleció el 30 de septiembre de 2020, a los 88 años, casualmente un día después de haberse cumplido cincuenta y seis años de la primera publicación de Mafalda.