Victoria Ocampo

Ramona Victoria Epifanía Rufina Ocampo (Victoria Ocampo), nació en Buenos Aires el 7 de abril de 1890, en el seno de una de las familias fundadoras de nuestro país. Se dice que su bisabuelo, Manuel Hermenegildo Aguirre, otorgó una gran fortuna al Cabildo de Buenos Aires para apoyar la causa de la Revolución de Mayo de 1810 luego de las Invasiones Inglesas y mantuvo una prolongada amistad con Domingo Faustino Sarmiento, quien lo visitaba en ocasiones.


Según el genealogista Narciso Binayán Carmona, por parte de la familia de su madre era descendiente del conquistador, explorador y colonizador español Domingo Martínez de Irala (1509-1556); sus antepasados tenían un remoto origen mestizo guaraní, que compartía con muchos próceres de la Independencia y con grandes personajes paraguayos y argentinos.


Victoria fue la primogénita de Manuel Ocampo y Ramona Aguirre. Luego el matrimonio tendría cinco hijas más, la menor fue Silvina. Las Ocampo recibieron una educación privilegiada con institutrices que le daban clases en francés e inglés sin tener que asistir al colegio. Residían en San Isidro, en la mansión Villa Ocampo. Victoria era una ávida lectora, su madre no la dejaba leer pero ella escondía libros como “Balada de la cárcel de Reading”, de Oscar Wilde debajo de la almohada.


En la década del´20, Victoria realizó sucesivos viajes a París que marcaron su vida. En varias ocasiones manifiesta la voluntad de estudiar teatro y convertirse en actriz, lo cual fue prohibido por su padre. Inmersa en el mundo literario, en 1920, se publica su primer artículo en La Nación sobre “La divina comedia”, de Dante Alighieri, titulado “Babel”. Luego publicaría sus primeros libros: “De Francesa a Beatrice” (1924) en Revista de Occidente gracias a José Ortega y Gasset y “La laguna de los nenúfares” (1926).


Ocampo se casó a los 22 años con Bernardo "Mónaco" de Estrada, un abogado aristócrata, pero pronto se enamoró del primo de éste, Julián Martínez, un diplomático, con quien estuvo durante 13 años. Su biógrafa, Esther Vázquez recordaba:


"Si Victoria hubiera conocido a Bernardo de Estrada antes de casarse con él, no se casaba, porque él era precisamente el paradigma de la época victoriana, donde las mujeres no podían hablar de su cuerpo. Se desilusionó porque se percató que había cambiado una esclavitud por otra."


Victoria tuvo un gran deseo de fundar la Revista Sur. A pedido de Ocampo, el arquitecto Bustillo, basándose en el estilo de Le Corbusier, construyó una casa que sería la redacción de la revista y posteriormente, propiedad del Fondo Nacional de las Artes. Para llevar adelante el proyecto, Victoria contrató al arquitecto Alejandro Bustillo, a quien dio “rígidas indicaciones provenientes de su gusto personal”, según dice Norberto Galasso en Dos Argentinas, Arturo Jaurteche - Victora Ocampo. Fue una elección extraña, ya que Bustillo se especializaba en el estilo neoclásico francés. “Victoria era una coqueta que siempre se salía con la suya. Esta casa parece una maquette con jirafas, por ese motivo no la firmé. No es posible construir una casa moderna en un barrio francés de casas mansardas”, dijo el arquitecto.

En 1929, cuando Le Corbusier visitó Buenos Aires, conoció y ponderó la casa. En 1962, desde París, opinó: “La Señora Ocampo y hasta ahora sólo ella ha dado el paso decisivo construyendo una casa que causa escándalo. Pues bien, en Buenos Aires, es así. Sus dos millones de habitantes emigrantes emotivamente académicos chocan con esta mujer sola que sabe lo que quiere. En su casa se encuentran Picasso y Léger en un ambiente que aún hoy rara vez he encontrado”.


En 1931 se creó, finalmente, la Revista Sur (nombre elegido por Ortega y Gasset) y años más tarde, la editorial, para dar a conocer nuevos autores nacionales y publicar autores extranjeros en nuestro país. En su casa de la calle Rufino de Elizalde 2831, en Barrio Parque se inauguró la redacción. Entre los miembros del consejo redactor estaban Oliverio Girondo, Jorge Luis Borges, Eduardo Mallea, Guillermo de Torre y María Rosa Oliver.


Como parte del consejo extranjero estaban José Ortega y Gasset, Alfonso Reyes, Pedro Henríquez Ureña, Jules Supervielle, Ernest Ansermet, Drieu La Rochelle, Leo Ferrero y Waldo Frank, hispanista y novelista norteamericano.


Entre los colaboradores de la revista figuraban: William Faulkner, Thomas Mann, María Zambrano, Rafael Alberti, Rabindranath Tagore, Jacques Maritain, Alberto Moravia, Paul Valéry, Bertold Brecht, Anton Chejov, Roger Caillois, Graham Greene, André Gide, Ricardo Güiraldes, Ezequiel Martínez Estrada, Leopoldo Marechal, Silvina Ocampo, Ernesto Sábato, Juan José Sebreli, Conrado Nalé Roxlo, Nicolás Berdiaeff, Francisco Romero, Amado Alonso, Francisco Luis Bernárdez, H.A. Murena, Juan José Hernández, Alejandra Pizarnik, Alberto Girri y Edgardo Cozarinsky.


En 1933, Victoria creó la Editorial Sur para concretar su proyecto de difusión literaria publicando novedades de autores extranjeros. “Romancero gitano”, de Federico García Lorca fue la primera publicación de la editorial. Libros de André Malraux o Virignia Woolf, a pocos meses de su publicación original eran traducidos y editados por Sur. También publicó a Juan Onetti, Horacio Quiroga, Aldous Huxley, Carl Jung, Vladimir Nabokov, Jean Paul Sartre, Jack Kerouac y Albert Camus, entre otros.


Durante más de cuatro décadas, en sus ediciones aparecieron textos de José Bianco, Adolfo Bioy Casares, Walter Benjamin, Simone de Beauvoir, Oliverio Girondo, Carl Jung, Yukio Mishima, Gabriela Mistral, Vladimir Nabokov, Silvina Ocampo, y Virginia Woolf, entre muchos otros. En 1940, tras la muerte de su padre, Victoria decidió mudarse a Villa Ocampo, la residencia familiar en San Isidro, ubicada en la calle Elortondo 1837 de la localidad de Beccar (hoy administrada por la Unesco).


Ocampo también tenía una gran atracción por la actuación. En 1936, representó a Perséphone (Ópera de Igor Stravinski) en el Teatro Colón, y recordaba: La Perséphone es el recuerdo más dolorosamente feliz de mi vida. Digo dolorosamente porque hubiese deseado seguir haciendo esa clase de cosas, que es lo que mejor he hecho en mi vida.


Como cronista, Victoria publicó "Domingos en Hyde Park" (1936) y "San Isidro" (1941). Además publicó una serie de 10 tomos llamada "Testimonios", entre los cuales destaca “Impresiones de Núremberg”,  donde narra lo acontecido en los juicios posteriores a la Segunda Guerra Mundial, donde fue la única invitada mujer, ya que era una mecenas reconocida internacionalmente. En 1946, Ocampo escribió sus "Cartas de posguerra", un intercambio epistolar que tuvo con sus hermanas durante uno de sus viajes a Europa.


Victoria, además, fue presidenta y co fundadora de la Unión de Mujeres Argentinas, junto a Susana Larguía y María Rosa Oliver. En 1936, Ocampo luchó para impedir la promulgación de una reforma a la ley 11.357, de 1926, que pretendía quitar los derechos civiles a la mujer ya concedidos.  En una conferencia radial que se escuchó en Buenos Aires y Madrid, logró que no se votara la reforma de la ley de Derechos Civiles. Se publicó además en el diario La Prensa el artículo "A las mujeres argentinas".


En 1958, Ocampo fue nombrada como parte del Directorio del Fondo Nacional de las Artes, cargo al que renunciaría en 1973. En 1962 creó la Fundación Sur con el objetivo de "promover actividades educativas, culturales y artísticas que tiendan al esclarecimiento y a la elevación espiritual a través de la difusión de las obras o ideas que resulten aptas para tal fin”.


En el año 1973, Victoria donó la casa de San Isidro a la UNESCO, residencia del actual Observatorio UNESCO Villa Ocampo, ya que ella y la institución compartían valores tales como la cultura como factor de desarrollo y de inclusión social, la promoción de la diversidad cultural y de los derechos de la mujer, la tolerancia y la apertura a ideas y creencias ajenas.  Su residencia de verano, Villa Victoria Ocampo, en Mar del Plata, es actualmente un centro cultural municipal.


Ocampo presentaría y sería testigo de una de las duplas literarias más influyentes de nuestro país: Borges y Bioy Casares. Por otro lado, su hermana Silvina, también colaboradora de Sur, se casaría años más tarde con Bioy.


La dinámica de la amistad entre Borges y Ocampo queda impresa en las siguientes frases. Victoria escribió en "Testimonios": “…A Borges le llevo una ventaja: lo conozco. La recíproca es improbable. Lo admiro. La recíproca es impensable…”


A su vez, Borges escribió en su artículo luego de la muerte de Ocampo: “En un país y en una época en que las mujeres eran genéricas, tuvo el valor de ser un individuo. Dedicó su considerable fortuna a la educación de su país y de su continente. Personalmente le debo mucho, pero mucho más como argentino”.


Entre los reconocimientos que recibió por su labor en el mundo de la cultura, se encuentran las condecoraciones de “Oficial de la Legión de Honor y Comandante de las Artes y las Letras”, otorgadas en 1962 por el gobierno francés, la distinción “Comandante de la Orden del Imperio Británico” y la “Medalla de Oro de la Academia Francesa”. Además, fue distinguida con el Premio “Maria Moors Cabot” de la Universidad de Columbia, y fue nombrada “Doctor Honoris Causa” por la Universidad de Harvard y por la Universidad Visva-Bharati de la India.


Fue la única mujer designada como miembro de la Academia Argentina de Letras en 1977, poco antes de su muerte. Es considerada una mujer adelantada a su época que dedicó su vida y su fortuna a fomentar la cultura, invitando a escritores y publicando sus libros en nuestro país.


Victoria Ocampo falleció a los 89 años el 27 de enero de 1979.